Testigos de la incongruencia
Testigos de la incongruencia
Por Miguel Cedeño
Publicado originalmente en http://goo.gl/vyjZJU
El sábado 12 de diciembre se realizó la edición 2015 del Teletón , el evento promovido por Televisa para recaudar dinero para ayudar a los niños con discapacidad y cáncer a través de centros operados en distintos puntos del país. Al sintonizar por tan sólo unos minutos, la invitación era lanzada una y otra vez: sé un «testigo Teletón», invitando a la audiencia a conocer el proyecto y donar por la causa. Desde 2014, la Fundación y la propia empresa mediática se ha visto envueltas en el descrédito después de que se publicara -el 3 de octubre de dicho año- las Observaciones finales sobre el informe inicial de México del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la cual se sentencia que «Al Comité le preocupa que buena parte de los recursos para la rehabilitación de las personas con discapacidad del Estado Parte sean objeto de administración en un ente privado como Teletón. Además, observa que dicha campaña promueve estereotipos de las personas con discapacidad como sujetos de caridad » (pág. 3). En el párrafo siguiente del mismo documento también se cuestiona la inversión de recursos públicos en un programa privado de un derecho que debería cubrir el propio Estado, en un contexto donde año tras año administraciones locales y el propio Gobierno Federal «dona» dinero público a la causa.
Desde la edición pasada, Carlos Loret de Mola realizaba un reclamo a la ONU y a las redes sociales por el llamado a no donar al Teletón. Este año, con la campaña de los «testigos» se hacía un esfuerzo por convocar a través de la confianza en el proyecto. En lo personal desconozco el esfuerzo real que realiza la Fundación Teletón -obra que de ninguna manera se pondría en tela de juicio: ¿quién puede estar en contra de ayudar niños y niñas con discapacidad o cáncer? Pero algo que olvidó Televisa es la reputación. Televisa no cuenta con el peso moral para hablar del tema. A esta empresa mediática no le creemos porque en la práctica no representa a las personas con discapacidad o cáncer; las mismas causas que por unos días al año ellos se pregonan defensores. La tarea principal de un medio de comunicación es la creación de contenido. Desde hace décadas los referentes de la ficción televisiva en México ha sido creada por Televisa, pero son sus propias telenovelas -su principal producto de exportación y marca de la casa- no han logrado retratar la diversidad de la actualidad mexicana -como se han logrado incorporar desde la narrativa televisiva en otras latitudes.
Me vienen a la cabeza dos ejemplos donde existió un interés por mostrar en pantalla niños con discapacidad; ambos casos en telenovelas infantiles. El primero -y posiblemente el más relevante de la historia de la televisión en México en este caso- era el personaje de «Carlitos» en ‘Amigos x Siempre’ (2000), interpretado por Pablo Tableros, un niño con Síndrome de Down. En segundo lugar se encuentra ‘Aventuras en el tiempo’ (2001) donde el niño-actor Ramiro Torres daba vida a «Leonardo», un personaje con discapacidad motriz. De esos años y esas telenovelas han pasado mucho tiempo. Y es precisamente por lo cual resulta tan irónico que se pida confianza en una empresa que sólo utiliza la fundación como un programa de responsabilidad social corporativa, y no como una verdadera apuesta por representar a un sector vulnerable como es la infancia con discapacidad o cáncer desde su tarea como medio de comunicación. ¿No seríamos testigos y creeríamos si en lo cotidiano viéramos cómo Televisa da voz desde la dignidad a los niños y niñas con discapacidad?