Nuevos defensores de audiencias: entre la imposición normativa y la ética periodística
Nuevos defensores de audiencias: entre la imposición normativa y la ética periodística
Por Juan S. Larrosa-Fuentes
Publicado originalmente el 31 de agosto de 2014.
Un escándalo se propaló recientemente en los medios de comunicación y redes sociales como Facebook y Twitter. En uno de los espacios radiofónicos de la cadena MVS se dio a conocer una grabación telefónica entre Pedro Ferriz de Con y una mujer. La grabación da a entender una conversación entre una pareja que discute su propia relación sentimental. Esta conversación es similar a miles de llamadas telefónicas que ocurren diariamente. La diferencia con esta grabación es que el protagonista es un comunicador que posee una carrera profesional de varias décadas y anclada a medios de comunicación que simpatizan con valores conservadores. La grabación telefónica fue un suculento manjar para exhibir las contradicciones de un hombre que públicamente ha defendido valores conservadores, pero que en su vida privada, aparentemente, sostiene relaciones extramaritales. ¿La vida privada de Pedro Ferriz es un asunto público para ser reportado noticiosamente? Desde mi punto de vista no debe de ser público porque todos tenemos derecho a llevar nuestra vida privada con las contradicciones que mejor nos convengan. Sin embargo, los reporteros y editores que publicaron esta información evidentemente pensaron de forma contraria.
Así como el caso de Ferriz de Con, podemos encontrar otros ejemplos recientes en los que medios de comunicación divulgan fotografías, audios, videos o conversaciones a través de Internet. Pienso, por ejemplo, en el caso de la grabación que Reporte Índigo divulgó sobre los diputados panistas que participaron en una fiesta en Puerto Vallarta, o el caso de las interacciones entre distintos funcionarios del Gobierno de Jalisco a través de la red social Whatsapp que propaló la revista Proceso. En estos dos últimos casos, también me parece cuestionable la difusión de las imágenes y textos porque no es clara cuál es su relevancia pública. La diferencia de estos ejemplos con el caso Ferriz de Con, es que MVS Noticias cuenta con un ombudsman de la audiencia. Gabriel Sosa Plata, defensor de la audiencia de MVS, luego de revisar cuidadosamente el caso Ferriz de Con, concluyó que no había encontrado una justificación periodística para la difusión de la conversación de marras y recomendó a los periodistas respetar los límites de la libertad de expresión y de ser cuidadosos en sus futuras decisiones editoriales.
Más allá de adentrarme a discutir cada uno de los casos expuestos, los ejemplos resultan útiles para entender el trabajo de un defensor de la audiencia. En el caso Ferriz, el defensor lo retomó por la polémica que causó y por los reclamos de algunos integrantes de la audiencia de MVS. Gabriel Sosa Plata hizo una investigación a fondo. Para ello describió el caso y lo problematizó. Después se puso en contacto con los reporteros y editores que publicaron la información para conocer las razones por las cuales habían decido difundir la conversación. Luego analizó las razones editoriales de los periodistas a la luz de referentes legales y teóricos. Consultó qué dicen las leyes mexicanas. También acudió a ideas de expertos en ética y periodismo y llevó a su mesa de trabajo el código de ética de la empresa MVS. Finalmente, con todos estos elementos escribió sus conclusiones y recomendaciones finales, en las que critica abiertamente la publicación de esta conversación privada.
Una de las novedades que trajo la cuestionada reforma en telecomunicaciones, es la obligación que tendrán las estaciones de radio y televisión de contar con un defensor de las audiencias, por lo que en los siguientes años estaremos presenciando la instalación de estas herramientas éticas y de autorregulación en las estaciones de radio y televisión de Jalisco. En el ámbito local, las experiencias en el tema de los defensores de las audiencias. Está, por ejemplo, el triste caso del defensor en los medios de comunicación de la Universidad de Guadalajara. El investigador y especialista en temas de comunicación, Enrique Sánchez Ruiz, fue nombrado ombudsman de los medios universitarios en 2008 y duró tan solo ocho días en el puesto. Los complicados tiempos políticos de la universidad, sumados a una cultura política autoritaria, fueron incompatibles con la presencia la figura de un ombudsman, crítica por naturaleza. Por otro lado, durante más de una década Público fue un periódico que echó mano de la figura del ombudsman. Público fue un periódico de comunicación que nació con una estructura de propiedad democrática, en la cual varias personas tenían acciones, así como voz y voto en las decisiones empresariales. Sin duda, esta característica fue clave para que el periódico decidiera adoptar la figura del defensor del lector, algo que difícilmente ocurre en empresas familiares, en donde una o dos personas tienen el control de todo el medio de comunicación y donde los mecanismos de autorregulación y autocrítica tienden a ser escasos. Un poco después de su primer año de vida, Público fue adquirido por Grupo Milenio y perdió la característica de ser una empresa periodística operada por una estructura de propiedad democrática. La figura del defensor del lector en Público desapareció en junio de 2013, como una decisión corporativa de Grupo Milenio, un grupo empresarial de estructura familiar.
Algunos expertos en materia de derecho a la información y ética periodística, como Rubén Alonso y Juan Carlos Núñez, han explicado el carácter contradictorio del mandato de la reforma de telecomunicaciones que obliga a los concesionarios a implementar un mecanismo ético, que teóricamente tendría que emanar de la voluntad y el deseo de los concesionarios de poner en práctica una defensoría de la audiencia, y no debido a una imposición legal. A pesar de esta gran contradicción, me parece que la nueva disposición de instalar defensores de las audiencias traerá beneficios para la operación de los medios de comunicación. Por ejemplo, imaginemos, en una situación ideal, que todas la estaciones de radio y televisión de Guadalajara tuvieran un defensor de las audiencias que investigara casos como el de Ferriz de Con. Los televidentes tapatíos podríamos acudir al defensor de las audiencias de Televisa para cuestionar la cobertura de noticias de accidentes viales y de seguridad pública, que tienden al amarillismo y al poco respeto por la imagen de las victimas. Por otro lado, podríamos pedirle al defensor de C7 que realice un análisis sobre los señalamientos que algunos hemos hecho sobre la criminalización de movimientos sociales que en el pasado hizo Sergio Ramírez Robles, director del canal.
En el desarrollo de los nuevos defensores de las audiencias, el ojo estará puesto, especialmente, en la radiodifusión pública. En meses recientes, Gabriel Orozco fue nombrado defensor de C7 (Aquí un video en donde el nuevo defensor expone su plan de trabajo). Hasta ahora, poca información se ha dado a conocer sobre los planes de este nuevo ombudsman, quien tendrá que defender el código de ética de C7 (que por cierto es copia de un documento de la UNESCO). Para ello, Orozco tendrá a su disposición un programa de televisión semanal, pero no recibirá remuneración alguna, lo cual es una severa limitante para sus labores. Por otro lado, seguimos esperando la instalación de un Consejo Ciudadano y de un defensor de la audiencia en los medios de la Universidad de Guadalajara, que pueda resarcir el penoso y poco democrático episodio de 2008. Sin duda, el proceso electoral que está en puerta, será una interesante prueba para el trabajo de los nuevos defensores de las audiencias en Jalisco.