Guía para ser opaco y cínico
Guía para ser opaco y cínico
Por Rubén Alonso
Publicado originalmente el 29 de febrero de 2016 en Milenio Jalisco.
Si se busca tener el control total, el ejercicio del poder público en pocas manos, hay que ser opaco, y ante el reclamo al ejercicio libre del derecho de acceso a la información, habilitarse en las “mañanas”. Sea pues esta una “guía” inicial, no confesional, pero sí para prevenir, alertar frente a las amenazas siempre latentes y vigentes.
1. Concentre el acceso y disposición de información en pocas manos. El asunto de la transparencia sea preocupación y responsabilidad de un área, de uno o unos cuantos sujetos que se dediquen a ello; que se concentren sólo a la gestión de la información que “debe y quieren que salga”; que sepa “planchar” la información. Para que esto funcione mejor deles nivel jerárquico con autoridad; que todo apunte y descanse en esa área.
2. Atienda solicitudes de información como “demandas”. Para ello, requerirá de abogados letristas, fundamentalistas, que en la lectura de una solicitud de información se ciñan a la letra; atender “sólo lo que se pide”, aunque para la comprensión de lo solicitado se requiera de más información. Lo “completo” sea lo que a la letra se dice y aproveche cualquier resquicio casuístico que da la ley para ganar tiempo y no entregar lo que ya sabe están pidiendo. Para ello, pregúntese al definir lo que entregará: ¿para qué lo quiere?, ¿qué hará con ello?, ¿quién o quiénes lo piden? O sea, aplique la prueba de daño para los de casa, no para el interés público.
3. Publique lo más que pueda, pero aisladamente. Que pueda usted sostener: “ahí está la información”. Recuerde que una aguja en un pajar existe, aunque haya que buscarla. Así que interoperabilidad de de información déjela para los software, no para los contenidos, y mucho menos se le ocurra que la información que publique sea la misma que al interior generan y emplean para la toman de decisiones. Al cabo ni la van a entender.
Pero no se olvide de que todo lo que publique esté en una preciosa y llamativa interfaz para sus portales, sitios y páginas web, pues de la vista nace el amor.
4. Apóyese de “coros transparentes”. Sí, esos que hablan bien bonito de la transparencia y le echarán incienso a lo que hace mediante evaluaciones externas. Claro, emplee usted el mismo lenguaje y cítelos en público cada vez que pueda. Es pues, asunto de comunicar imagen, no información.
Y si esto no le funciona, “¡avísenme!”