Gobierno falso
Gobierno falso
Por Pedro Mellado
Publicado originalmente el 10 de septiembre de 2015 en Mural: http://www.mural.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=71047
Falso: es aquello que resulta engañoso, fingido, simulado, falto de ley, de realidad o de veracidad. Es todo aquello que resulta incierto y contrario a la verdad. Dicho de una persona, que falsea o miente. Todos esos conceptos, definidos por la Real Academia Española de la lengua, ajustarían para trazar los rasgos del Gobierno de Jalisco.
El Gobierno de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz es también contradictorio, porque de dientes para afuera afirma algo que luego niega en los hechos concretos.
Presunto promotor del Gobierno Abierto, Jorge Aristóteles envió al Congreso de Jalisco un pliego de propuestas regresivas, de última hora, de manera subrepticia y con la deliberada intención de dar un albazo en el cierre de la actual Legislatura, que termina el próximo sábado 31 de octubre, que se incorporaron a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Jalisco y sus Municipios, aprobada el pasado martes 8 de septiembre.
«El gobierno abierto se basa en diversas prácticas y principios: transparencia, rendición de cuentas, participación, colaboración, e innovación (…) De ahí que, para hablar de gobierno abierto, deben de estar presentes dichas prácticas y principios», advierte el Subsecretario de Planeación y Evaluación del Gobierno del Estado, David Gómez-Álvarez Pérez, en artículo publicado en MURAL justo el pasado martes 8 de septiembre, mismo día en que se aprobaron las propuestas de Sandoval Díaz a la Ley de Transparencia.
Agrega Gómez-Álvarez Pérez que el Gobierno Abierto en Jalisco está previsto en el Plan Estatal de Desarrollo, que establece «la participación como un elemento crítico e imprescindible para el escrutinio de las políticas públicas».
Ayer, nuestro periódico resumió los afectos perniciosos de la «nueva» Ley de Transparencia: «1.- Con la reforma a la Ley de Transparencia que se aprobó (…) los ciudadanos son los que pierden, pues quitan elementos para saber a dónde fue el dinero de las pólizas expedidas; 2.- Los interesados solo tendrán acceso a datos generales de éstas, no a descripción detallada ni la fecha de aplicación, factura o comprobante del gasto ni de qué partida salió, y 3.- Además, ya no se podrá conocer cuánto dinero no se gastó por ahorro o ineficacia ni las observaciones y comprobaciones de las cuentas públicas, sino hasta el final del proceso».
Sandoval Díaz despreció las aportaciones de las organizaciones de la sociedad civil que han participado en consultas relativas a la Ley de Transparencia desde hace varios meses.